collage + mixed media
4x (15x15 cm)
mayo 2014
¿Qué hay que hacer para no regresar? Hay que perderse. No sé hacerlo. Aprenderás. Quisiera alguna indicación para perderme. Hay que abandonar toda reserva mental, estar dispuesto a no saber nada de lo que antes se sabía, dirigir los pasos hacia el punto más hostil del horizonte, una especie de vasta extensión de ciénagas cruzada en todos los sentidos por mil taludes, no se sabe por qué.
Comienzo de El vicecónsul. Marguerite Duras
Habían bailado. Bailaron más. Él, con la mirada fija en un punto desnudo de su hombro. Ella, más baja, no miraba sino a la lejanía del baile. No hablaban.
...Era hermosa pero presentaba una palidez gris, a causa de la tristeza, de la lentitud de la sangre para remontar su cuesta...
Lol progresa cada día en la reconstrucción de ese instante. Incluso llega a captar algo de su fulminante rapidez, a deplegar, a aprisionar los segundos en una inmovilidad de una fragilidad extrema, pero que para ella resulta de una gracia infinita.
(...)Me gusta creer, como creo, que si Lol es silenciosa en la vida es porque ha creído, durante la brevedad de un relámpago, que esa palabra podía existir. Sería una palabra-ausencia, una palabra-agujero, con un agujero clavado en su centro, ese agujero donde se enterrarían todas las demás palabras. No se habría podido pronunciarla, pero se habría podido hacerla resonar.(...)
El arrebato de Lol V. Stein. Marguerite Duras