La instalación de VAGINA HOUSE reúne más de 160 dibujos que Ida Applebroog realizó a tras haber estado ingresada en el Mercy Hospital en San Diego.
Se acababa de trasladar de Chicago, donde ella estudió Artes, a California por el trabajo de su marido, con sus cuatro hijos y la adaptación a la nueva vida le supuso una depresión profunda que la llevó a ser ingresada tres meses por una crisis nerviosa. Durante el tiempo en el hospital le ofrecieron dibujar como terapia de recuperación y realizó dibujos en acuarela, tinta y lápiz. Este periodo supuso una búsqueda introspectiva y le permitió resignificarse rechazando su apellido de casada (Horowitz) y de soltera (Applebaum) y creando uno nuevo por ella misma (Applebroog). A la salida del hospital realizó los múltiples dibujos de su vulva frente a un espejo en un proceso de autoconocimiento y reafirmación de su identidad.
En el 2009 un asistente suyo descubrió estos dibujos y a partir de escaneos preparó la instalación Monalisa, construcción de un espacio de intimidad a partir de tres paredes llenas de las reproducciones de los dibujos en papeles translúcidos y albergando un tríptico de una figura femenina deforme de colores rojos que nos mira desde el interior de la habitación propia. La artista recupera una etapa pasada de su vida otorgándole un sentido reivindicativo y feminista 40 años después. La artista Ida Applebroog tiene más de 90 años y sigue en activo.
Exposición en el Reina Sofía - septiembre 2021 - "Marginalias"