miércoles, 9 de noviembre de 2011

LA FRONTERA DEL ALBA (Philippe Garrel, 2008)



Con un blanco y negro que perfila minuciosamente los rostros en primer plano, los espacios de las habitaciones de sábanas arrugadas y los sentimientos más profundos, los miedos y el desgarro interior de pasiones incontrolables.

Miedo a lo convencional, a enjaularse o encasillarse en un esquema de vida impuesto desde fuera y no lo que fluye de forma natural en su vida, una confusión de sentimientos de amor indescifrables e imposibles de definir con palabras. Perdido en un mundo que no es capaz de entender, ni de entenderse a sí mismo. Lleno de angustias por el pasado, el ahogo del presente y el miedo al futuro, cobardía y confusión al mismo tiempo. Arrastrado por su mente, por la perdición de no saber lo que quiere o saberlo y darse cuenta demasiado tarde...

Philippe Garrel nos acerca al mundo de las relaciones amorosas con unos temas tan íntimos como cotidianos, entremezclados con ese tono trágico de suicidio recurrente en sus películas. Su característico estilo marcado por una fotografía en un blanco y negro exquisito acompañado con una sugerente música de violines da forma a la carga sentimental que nos plantea de dudas e inseguridades sobre el amor y la vida.

Los tormentos que asaltan al protagonista al final de la película, sus miedos a esa vida decidida de antemano por otros, mezclados con el remordimiento de no haber amado lo suficiente, de haberse comportado injustamente con Carole, su anterior amor, los muestra mediante apariciones fantasmales de ésta en el espejo donde Françoise se mira desesperado, ¿es necesario que los fantasmas mentales se aparezcan en el reflejo de un espejo? Queda un tanto forzado, comparado con la naturalidad y maestría del tratamiento que Tarkovski da a la representación de la mente en Solaris. Perdonado este detalle nos queda un delicioso fresco de sensaciones que merece mucho la pena disfrutar.







"LA LEY DE LOS LIMPIAPARABRISAS"
El amor es así: 
Cuando uno se acerca, el otro se aleja.
Cuando el otro se acerca, el opuesto se aleja